Narración del cuento "¿A qué sabe la luna?"
De entre los cuentos que escuché contar a mi tutora de prácticas, el que más me gustó fue "¿A qué sabe la luna?". A los niños les gustó muchísimo y me pareció tan curioso que decidí comprarlo.
Cuando en clase se nos propuso leer, narrar o contar un cuento a nuestros compañeros, no lo dudé y en seguida decidí narrar este precioso cuento. Elegí la narración porque me pareció importante practicar la interacción con los niños (en este caso mis compañeros de clase), también me apetecía leerlo, pero al ver que muchos compañeros se inclinaban por la lectura, decidí narrar. Para atreverme a contar un cuento, todavía me queda un poquito...
Narré "¿A qué sabe la luna? en cuatro ocasiones. La primera vez que lo narré, lo hice un poco nerviosa, pero en cuanto empecé a meterme en el papel creo que lo hice aceptablemente bien para ser mi primera vez. Mis compañeros me indicaron una serie de aspectos a mejorar. Principalmente me recomendaron ir un poco más despacio y hacer más énfasis en ciertos aspectos (mejorar la entonación). Además, me dieron un par de consejos para favorecer la comunicación y el diálogo con los niños: el primero, que cuando los animales fueran llamados, repitiera cada vez el nombre de todos los animales sobre los que tenía que subirse, para que los niños los fueran repitiendo conmigo, la otra recomendación fue que una vez revelara el sabor de la luna, les preguntara los niños a qué creían que les sabría la luna a cada uno de los animales. Tomé buena nota de todo, y me prepara para repetir la narración con otras compañeras.
En mi segundo intento gustó mucho a mis compañeras mi forma de narrar el cuento, pero me aconsejaron no mover tanto el libro mientras narraba. Cuando me dispuse a hacerlo por tercera vez, recibí una recomendación realmente útil: que cuando hiciera la pregunta ¿creéis que con la ayuda de tal animal conseguirán tocar la luna?, no volviera todavía la página, ya que haciéndolo, permitía a los niños ver como todavía no conseguían tocarla y ya les proporcionaba la respuesta. Además me recomendaron no incluir la parte final del cuento (la del pez), pues al ser niños de infantil no iban a entender que la luna estuviera reflejada.
Por última vez narré el cuento y tan sólo me hicieron una recomendación que ya me habían dado anteriormente, que mi tono había sido un tanto monótono y que debería hacer más énfasis. Me habría gustado poder narrarlo una vez más para fijarme más en mi tono y corregirlo, pero no tuve ocasión. ¡Ya practicaré con mi ahijada!
Bien. Para tener completa la actividad, solo te falta comentar cómo la llevarías a cabo con los niños: cómo introducirías la narración, cómo interactuarías con los niños en el proceso y qué cuestiones plantearías al final para propiciar el diálogo.
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